martes, 29 de noviembre de 2011

Pequeño patito

Dibujo de Universo Pamp.

El pequeño patito tiene hambre. Pide a su madre un pedazo de tarta.
–Cuac –dice ella.
–La de fresa, mismamente –contesta él.
La madre suspira.
–Este chico va a acabar conmigo, ¿por qué no puede comer como los demás patitos?

domingo, 20 de noviembre de 2011

Desahucio

Dibujo de Universo Pamp.

–Abra, por favor, soy policía.
La puerta chirrió y el funcionario entró como si no pasara nada.
–¿Está usted ahí?
Los trastos empezaron a moverse.
–No se preocupe –dijo el policía–, me consta que en su condición de fantasma no puede hablarnos, pero hemos traído una vidente con nosotros.
La mujer entró y oteó cada rincón del desván.
–Si estás ahí, manifiéstate.
–¡Pues claro que me manifiesto! –gruñó– ¿Les parece que son horas de molestar a un espíritu que descansa en paz?
–¿Está ahí? –intervino el policía– pregúntele su nombre.
–Soy don Faustino Ripollez del Pozo –contestó.
–Dice que se llama Faustino.
–Don Faustino, si no le importa –increpó.
–Pídale el D.N.I.
–¿Con quien se cree que está hablando?
Faustino se estaba enfadando y la medium intentó calmar el ambiente.
–Oficial, comprenda usted que este hombre está muerto y no tiene ningún documento.
–¿Entonces no tiene escrituras de la casa?
Entró un hombre trajeado.
–¿Y este tío quien coño es?
–Faustino pregunta quién es usted –aclaró la mujer.
–¡Don Faustino, si no le importa!
El hombre se puso digno.
–Soy Gurriato Lebrel, abogado de la familia Pascual, que vive en esta casa. ¿Tiene usted algún derecho a ocupar esta buhardilla?
–Pero ¿que dice? ¡yo vivo aquí desde antes de la república!
–Dice que vive aquí desde hace mucho –tradujo la medium.
–Ya, ya, pero no tiene ningún papel que lo acredite, sin embargo mis clientes son los propietarios legales del inmueble.
Las paredes temblaron.
–Vamos a ver, don Faustino –intervino el policía-, no saque las cosas de quicio, los dueños de la casa se han quejado de usted, y tienen derecho a echarle de aquí.
–¡Pero si son ellos los que me fastidian con esa música infernal que ponen a todas horas!
–Faustino dice que son ellos los que molestan.
–¡Y dale, don Faustino, joder, don Faustino!
–Ya, pero él, como difunto, no tiene ningún derecho.
Faustino empezó a arrojar objetos contra la pared.
El policía quiso acabar con el asunto.
–A ver, don Faustino, le ruego que cese las actividades paranormales y abandone la casa. No me obligue a esposarle. Tengo aquí una orden de desahucio y un permiso del juez de traer un exorcista si es necesario.
–Pero ¿a donde voy a ir yo a estas alturas de la vida? –exclamó Faustino, desesperado.
–Ve a la luz, Faustino, ve a la luz –invocó la medium.
–¡A la mierda es a donde voy a ir!